viernes, 5 de junio de 2009

La bejuquilla, una víctima de la ignorancia

Es muy frecuente que ante el avistamiento de una serpiente, la reacción más que instintiva e inconsciente, es atacarla y en lo posible aniquilarla de manera inmisericorde. Si bien es cierto, toda serpiente es sinónimo de peligro para quienes no saben de su importancia ecológica, es prudente revisar los métodos de defensa frente a su aparición, pues su preservación nos conduce a mejores condiciones ambientales, ya que su accionar depredador nos libra de la propagación de muchos organismos que se constituyen en plagas al no existir un control biológico tan eficiente.

Una particular víctima del miedo a las serpientes es la Oxibelis aeneus o bejuquilla, una cazadora (no venenosa) de hábitos arborícolas y especial mimetismo, que al hacerse evidente causa cierta sensación de temor por cuanto se muestra amenazante al abrir su boca y lanzarse a morder si es molestada. Su aparición es muy frecuente en Cúcuta y su área metropolitana, donde se observa ampliamente distribuida, especialmente si se trata de lugares cercanos a los ríos Pamplonita o Táchira.

Invito a todos los lectores a promover la conservación de estas especies, sin descuidar claro está, los medios para prevenir un accidente ofídico, informando a su vez a las autoridades de la aparición de las serpientes, especialmente cuando se sospeche que se trata de una venenosa.